
Con un ambiente de alegría comenzaban los estudiantes su día, reflejaban en cada uno de sus rostros la emoción con la que llegan a la institución todos los días. No era para menos, pues estaban consciente que había llegado, que por fin había llegado, su día, su reconocimiento en el calendario, la fecha que les llena de alegría, EL DÍA DE LOS ESTUDIANTES.
Con su dedicación, compromiso, pasión y disciplina, han demostrado que ser estudiante no es estatus fácil. Por el contrario, ser estudiante es una tarea difícil (en ocasiones jocosa) e incluso una tarea mucho más difícil que las que les imponen los mismos docentes. Ser estudiante implica cumplir todos los compromisos dejados por los docentes de manera rápida y oportuna, y al mismo tiempo tratar de disfrutar la etapa de la niñez con el tiempo que queda. Ser estudiante es cargar una mochila repleta de útiles escolares, que les hace parecer una tortuga. Sin embargo, corren con ella, como si fuesen una liebre. Ser estudiante es preparar la exposición todo el fin de semana, y al llegar la primera hora del lunes, recordar que se te olvidó la cartelera en la mesa.